Esta es la historia de una familia en la que la
mujer era un ama de casa muy pendiente
de sus hijos. Ella se llamaba María Rosa y su esposo era Juan Manuel
Villalobos.
Juan trabajaba en un campo durante prácticamente
todo el día. Engañaba a su esposa con una mujer que era la dueña del campo
vecino (una viuda que vivía con satisfacción al seducir a hombres casados).
Muchas veces Juan le decía a María que después de
trabajar iba a visitar a su madre. Si bien él iba a trabajar, después se iba a
visitar a su amante Lidia.
Una mañana, haciendo las compras en el mercadito
del pueblo, María pudo escuchar unas mujeres que tenían una conversación sobre
su esposo. Según ellas, él la estaba engañando con Lidia.
Después de tanto llorar al enterarse de la
infidelidad de su marido, juró que se vengaría con el único propósito de que se
arrepintiera por el daño que le había hecho a ella, e inclusive a sus hijos.
Para esta
venganza, necesitó la ayuda de una de las criaturas más malvadas: el Diablo. Los
dos hicieron un pacto: María tenía que matar a su marido y el Diablo
atormentaría a Lidia hasta hacerla enloquecer.
El día después del pacto, María le preparó a su
marido una comida especial para cuando éste llegase supuestamente de la casa de
su madre. La comida estaba acompañada por una dosis de infusión venenosa.
Juan tomó su
vino mortal, fue poco a poco cerrando los ojos y se quedó dormido
profundamente. María aprovechó que no estaban sus hijos en casa para quemar a
su esposo vivo, y para que nadie se diera cuenta de este hecho, eliminó toda
prueba que la incriminara e inventó una coartada que le funcionó a la
perfección.
Después de la trágica muerte, Lidia, la amante,
empezó a recibir visitas en sueños de su amado Juan, quien de un momento a otro
se convertía en el Diablo. De esta manera el Diablo cumplía con su parte del
pacto. Lidia, atormentada por la muerte
de su amado y el error de seducir a hombres casados, se volvió loca, y por las
visitas del Diablo terminó suicidándose.
Por el exitoso final que tuvo el pacto, el Diablo
le regaló a María vida hasta los cien años y privilegios en el infierno,
mientras que su marido terminó siendo torturado bruscamente en el infierno.
María si bien obtuvo vida hasta los cien años,
soportó la gran verdad de la muerte de su esposo, y la ocultó para que los demás,
incluso sus hijos, no se enteraran.
Seudónimo:
Eliza, Categoría A:
Nombre: Daiana
Vargas.
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