Ella sabía lo qué iba a suceder ese día, yo ahora sé lo que va a suceder.
Estaba en su conocimiento desde un año atrás lo que ocurriría, pero de alguna
manera ella olvidó la advertencia y yo la voy a olvidar también.
Mientras ella caminaba la mañana de ese día en una calle donde cada uno
es solo poseedor del limitado espacio para caminar, sin siquiera espacio
personal, yo camino por una calle vacía donde al menos hay una persona a pocos
metros de mí. Pero ese día hice mi salto, sólo salté a unos metros de ella,
podía ver su cabello largo; un poco más largo que el mío pero del mismo color.
Ella adelante mío, de
espaldas, pero de algún modo supe que era ella. Nunca la había visto, por lo
menos no en persona pero sabía que era ella. Yo sabía que algún día iba a
saltar y ese día no me lo tenía que olvidar.
La mochila de ella está llena de libros y sólo yo sé qué libros son porque
a pesar de no haberla tenido nunca en frente de mis ojos la conozco muy bien.
No puedo decirle nada, quizás se asuste o puede que sepa que estoy caminando
atrás suyo, a unos pocos metros pero si realmente se acordara de ese día ya se
hubiera dado cuenta.
Significa que yo sí me voy a olvidar de ese día pero si es tan importante
para ella ¿por qué me voy a olvidar? Debería saltar de vuelta a la calle donde
estaba solo ese hombre, que si mal no recuerdo caminaba muy lento. Ella seguro
que se dirigía a la casa de un amigo a estudiar, él no me puede ver junto a
ella, porque ella y yo no debemos estar muy cerca.
Ella debería conocerme muy bien, sin embargo no me recuerda aunque sabe
mucho pero no todo sobre mí. Es evidente que se olvidó lo que va a suceder esa
tarde por ese día.
Salto para que me note y se acuerde, pero recordar exactamente un año
atrás es difícil, sin embargo yo sé que lo que va a suceder ese día es difícil.
Salto de un lado a otro, le muestro mi cabello pero no lo ve.
Yo llego a la casa de su amigo que resulta ser mi amigo también, me
conoce y la conoce sin embargo no podemos estar juntas. No tuvimos hermanas y
ella también tiene un hermano mayor al igual que yo. Pero yo no me llevo bien
con él, aunque al parecer ella sí, podría ser que algún día vuelva a hablar con
mi hermano.
Salto nuevamente a la calle vacía y me pregunto cómo es posible que
suceda esto. Ella debería reconocerme y saber que estoy allí, afuera, en la
calle llena de gente. Salto de vuelta y veo al edificio de departamentos en el
cual está ella, trato de identificarla por alguna de las ventanas pero no logro
ver nada.
Su celular es mi celular, no sé su número lo mismo que sucede con el mío,
pero espero que ella se sepa mi número algún día. Su celular es igual al mío,
un año más viejo.
Ella se está tomando demasiado tiempo, ya debería haber salido, ella y yo
sabemos bien los horarios del bondi. Ese bondi no pasa muy seguido y ella sabe
que es el único que la puede llevar cerca de la oficina, hasta yo lo sé; algún
día voy a terminar trabajando allí. El bondi ya pasó y esperarlo significaría
llegar tarde a la oficina; ella desde la ventana lo vio pasar.
Ella estaba lejos de la oficina, no iba a llegar caminando. La calle
estaba llena de autos. Yo sabía que no era prudente correr, pero ella corría
igual, y yo iba atrás de ella. Perdíamos el tiempo en los semáforos que cedían
el paso a los autos. Ella pensó en tomarse un taxi pero revisó su bolso. Yo
sabía que lo que llevaba no era suficiente, si ella se hubiera acordado de que
yo estaba atrás de ella le hubiera dado plata.
Si ella se acordara de lo que iba a suceder ese día hubiera preferido
llegar tarde a la oficina; yo salté para ver un día dentro de un año, ella hizo
lo mismo un año atrás, debería acordarse de que sabe saltar, si no puede saltar
significa que ella no tiene más tiempo.
Ella seguía corriendo y yo veía cómo su largo cabello se agitaba. La
gente no se movía, nos chocaban. En un punto mis hombros me dolían, a ella
seguro que también. No hace mucho tiempo que ella trabaja en la oficina, yo
todavía no he escuchado de la oficina. Ella debe querer tener un buen puesto
allá, yo lo haría, no dejaría que me quiten algo por lo que realmente me
esforcé y ella también.
Ella comenzó a correr cada vez más rápido, comenzó a ver que si corría
así llegaría cuando los semáforos cortarían para que ella pudiera cruzar, pero
era la hora pico y la multitud de personas en la vereda es más grande y cada
vez hay más autos.
Yo sé que no hay que fiarse de los semáforos, ella lo sabe, pero no lo
piensa. La oficina es la importancia, ella corre y cruza la calle, pero esta
vez no la sigo. El semáforo no estaba en rojo, tampoco se había puesto en verde
recientemente, y las personas en una ciudad grande viven en apuros. El auto no
alcanzó a frenar y ella terminó acostada en el suelo.
Pero yo aún la veo, por fin veo su rostro. Ella todavía respira porque yo
aún no salté de vuelta. Ella finalmente me ve pero es tarde, yo nunca volveré a
saltar por que ella no va a estar. Si ella no está no tengo por qué saltar.
Ella ahora sabe que su fin está cerca y yo tengo un año para no olvidar este
día.
Ella murió el día en el que yo debería morir, porque ella soy yo con año
más y yo soy ella con año menos. En cuanto ella muera, yo saltaré de vuelta…
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